¡Bienvenidos! Hoy abordaremos el
asombroso tema de la tutoría.
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¿Qué tal hijo? ¿Cómo has empezado el curso?
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Bien… Bueno, sin más.
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Y este año, ¿quién es tu tutor?
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¿Tutor? Ni idea, total, qué más da, si luego nunca le vemos aparecer por clase
y no hace nada… Para eso me da igual tenerlo o no.
Desgraciadamente esta estampa se
reproduce en diferentes centros educativos. Esta situación puede acontecer como
consecuencia de una falta de actitud y formación por parte del profesorado.
Igualmente las familias y el resto de miembros de la comunidad educativa son
partícipes de este proceso de acción tutorial. Podemos afirmar que la labor del
tutor es esencial en el desarrollo
personal del alumnado. Vamos a ahondar más acerca de este aspecto.
La acción
tutorial se define como un conjunto de actuaciones desempeñadas por el
tutor con sus alumnos. Es el proceso en el que el profesor-tutor acompaña a
cada escolar en su educación. Por este motivo, se deduce su relevancia en las
programaciones y su repercusión en el desarrollo integral del alumnado. Un buen
tutor es aquel que conoce a sus educandos en profundidad, tanto sus
limitaciones como potencialidades, y los sitúa en el papel protagonista del
proceso educativo.
De acuerdo a las aportaciones de
distintos autores entendemos que la persona del tutor es el principal recurso
de la función tutorial y entre sus funciones principales se destaca la búsqueda
de coherencia entre el saber, el conocimiento;
el saber hacer, el procedimiento, y
el saber ser, es decir, la actitud.
Por ello, uno de los principales
objetivos de la acción tutorial, se focaliza en la labor del tutor de actuar
como referente para los alumnos y
ser ejemplo a través de su forma de comportarse y comunicarse con ellos. De
igual manera, se aprecia como objetivo principal el acompañar al alumno en su desarrollo
integral y personalizado para que descubran quiénes son y desarrollen un
pensamiento crítico y autónomo.
Otra meta principal a seguir por un
tutor es el establecimiento de vigilancia,
entendida no solo como la detección de conductas disruptivas sino como una
herramienta que permita detectar los aspectos positivos del discente y sus
puntos fuertes. Aquello que conocemos como educación positiva. Para que esto se
reproduzca, es importante promover un clima de respeto, igualdad y tolerancia
en el aula
De igual manera, se remarca la necesidad
del tutor de ponerse en el lugar del alumno, “como si” fuera esa persona, una
aplicación directa de la actitud empática. Gracias a ello conocerá sus
necesidades e intereses con mayor profundidad y la acción tutorial será
verdaderamente efectiva. Asimismo, hay que hacer referencia a las familias, aspecto clave en el proceso
de enseñanza y aprendizaje de los alumnos. Los tutores tienen la labor de
concretar entrevistas periódicas con los padres o tutores legales de cada
estudiante para establecer líneas de cooperación con las mismas e incluirlas en
el proceso de enseñanza y aprendizaje del alumnado.
Hoy en día la tutoría se sitúa en el
punto de mira de los expertos en educación y se concibe desde una nueva
perspectiva, rompiendo con su labor tradicional y adquiriendo así nuevas
estrategias de actuación. Hablamos de las tutorías
emergentes que buscan el establecimiento de un entorno seguro y abierto
para el desarrollo de los educandos. Me gustaría incidir en este punto en el Aprendizaje Cooperativo como metodología
que posibilita una tutoría renovada, actualizada y adaptada a las necesidades
del alumnado.
El hecho de introducir esta metodología
en el aula, supone cambiar la estructura de aprendizaje y como consecuencia la
mentalidad tanto del educador como de los educandos. Una condición necesaria,
aunque no exclusiva, que garantiza el éxito en esta modalidad de trabajo es la
cohesión entre los miembros del grupo. El grado de cooperatividad de un grupo
depende del tiempo que colaboren juntos, promoviendo así la educación de distintos
valores como el diálogo, la convivencia y la solidaridad, por lo que la educación
emocional va a estar muy presente en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Todo ello alineado con los objetivos a alcanzar desde un Plan de Acción
Tutorial.
Tal y como hemos desarrollado la tutoría
es una tarea principal en la docencia y requiere esfuerzo, coordinación y
dedicación. No es una labor sencilla pero sí imprescindible en la formación de
los alumnos.
BIBLIOGRAFÍA
- García-Mina, A. (2011). Ser tutores: una
manera de mirar. Padres y Maestros,
342, 10-13.
- Gutiérrez Prieto, G. (2014). La labor
del tutor con las familias. Padres y
Maestros, 360, 16-19.
- Martín, M. J. (2010). La tutoría en
educación primaria. Revista de la educación en Extremadura. Autodidacta, 21-26.
- Pujolàs, P. (2008). 9 ideas clave. Barcelona: Graó.
Música:
Achille´s Blues - Boom Boom Beckett